Santiago, 29/03/2010.- La víspera del denominado Día del Joven Combatiente, el presidente Sebastián Piñera en compañía de su ministro del Interior visitó el cuartel central de las fuerzas antimotines de la policía chilena, brindándoles un fuerte respaldo político en una fecha donde se producen desmanes en algunos barrios populares de Santiago y provincias.
Tal medida, sin embargo, fue considerada en la oposición como un ardid mediático pues todos los análisis de inteligencia concluían que, debido al terremoto y al impacto en el mundo opositor del triunfo del propio Piñera, la versión 2010 del Día del Joven Combatiente no tendría ni la masividad y/o radicalidad de conmemoraciones anteriores. Así también lo dejaba en claro el día del joven combatiente 2009, donde se registraron incidentes menores en comparación a versiones anteriores.
Al decir de varios, Piñera y su ministro del Interior fueron a motivar a las tropas para librar una guerra que sabían no se produciría y donde fácilmente pudieran declararse vencedores, como de hecho así ocurrió.
Acto de homenaje a los hermanos Vergara Toledo
A pesar del despliegue policial, el pasaje Nalcayec, de la Villa Robert Kennedy se hizo estrecho para recibir a medio millar de manifestantes, quienes acompañaron a la familia Vergara Toledo en la conmemoración del día en que los hermanos Eduardo y Rafael fueron asesinados por la espalda por miembros de la policía de Carabineros. Una pequeña ermita señala el sitio exacto donde ambos fueron abatidos.
El acto transcurrió pacíficamente, matizado por números artísticos, saludos de presos políticos y de diversas organizaciones de izquierda, culminando con las intervenciones de Luisa Toledo y Manuel Vergara, padres de los milicianos del MIR, quiénes rechazaron las amenazas emitidas por el presidente y su ministro del Interior, con motivo de esta fecha.
Mientras transcurría el acto un helicóptero policial sobrevolaba la zona y también una misteriosa nave sin luces, presumiblemente un avión espía no tripulado.
Al término del acto, numerosos manifestantes iniciaron una marcha rumbo al hogar de los Vergara Toledo, en cuyas cercanías fueron disueltos por la policía. Para este cometido los uniformados habrían aplicado una nueva "táctica" consistente en saturar el ambiente de gases lacrimógenos, afectando gravemente a los vecinos de la avenida Cinco de Abril, como lo reconoció el alcalde derechista de la comuna de Estación Central.
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