En serios aprietos se ha visto la vocera Ena Von Baer , para explicar la serie de cargos de confianza del presidente Piñera, que continúan vacantes. La tardanza en estas designaciones ha despertado diversas suspicacias sobre la diligencia con que actúa el gobierno en hacerse cargo de sus funciones. El activismo desplegado por el mandatario y algunos de sus ministros, con publicitadas visitas a terreno, según sus críticos no tiene mucha relación con la capacidad de dar soluciones efectiva, más aún sin contar con los funcionarios de su confianza para implementarlas en las provincias y regiones.
Von Baer también ha mostrado incomodidad frente a los serios cuestionamientos que recibe el mandatario por mantener su participación en poderosas empresas, hecho que resulta incompatible con su actual cargo. La demora en cumplir este compromiso se ha atribuido a las dificultades derivadas del terremoto, pero los críticos a Piñera aducen que esta situación debió haberse subsanado con antelación.
Las críticas y suspicacias aumentan mientras más se extiende el plazo de cumplimiento y el valor de las acciones fluctúan positivamente en la Bolsa de Valores.
También suscita ironías el esfuezo de Von Baer por atribuir todos estos incumplimientos y tardanzas al terremoto, lo que no se condice con el perfil de alta eficiencia que se ha atribuido el gobierno y el tiempo que tuvo para completar la nómina de cargos. Recuerdan también que el fue el gobierno de Michelle Bachelet quien debió enfrentar el terremoto y el tsunami y no el de Piñera, que solo asumió el 11 de marzo.
LFAP
Santiago, 17/03/2010
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