domingo, 28 de febrero de 2010

Terremoto: se reúnen presidenta Michelle Bachelet y Sebastián Piñera

Michelle Bachelet, la presidenta en ejercicio recibió en su casa al presidente electo, Sebastián Piñera. La idea principal es coordinarse con motivo del devastador terremoto que afectó al país.
En los últimos días, han existido innumerables roces entre el gobierno saliente y el entrante que asumirá el próximo 11 de marzo. Al comienzo las molestias, entre la administración vigente y la futura, tuvieron su motivo en declaraciones de Sebastián Piñera relativas a política internacional, que obligaron al canciller, Mariano Fernández a recomendarle al presidente electo que reservara sus opiniones para cuando asumiera el cargo en plenitud.
Ahora, a causa del terremoto, Sebastián Piñera, no sólo ha recorrido las zonas devastadas sino que además hace declaraciones que, en opinión del actual ministro del Interior, Edmundo Pérez son equivocadas. "No hay Estado de emergencia sino de Catástrofe" aclaró el ministro, en clara alusión a declaraciones de Sebastián Piñera, que hizo referencia al Estado de Emergencia, una figura legal, a la cual recurrió reiteradamente la dictadura militar de Pinochet y que le permitió entregar el control absoluto del país a las Fuerzas Armadas.
El ministro de Defensa en ejercicio, Francisco Vidal, reiteró en declaraciones a la prensa, que el sentido del estado de Emergencia, decretado en dos regiones del país tiene un afán preventivo y no represivo. Señaló, una y otra vez el ministro Vidal que la medida busca coordinar de mejor manera los esfuerzos de distribución de la ayuda y la organización de los recursos humanos y materiales en las zonas devastadas por el terremoto. Las Fuerzas Armadas trabajarán coordinadas estrechamente con las autoridades civiles, reiteró el ministro Vidal.
La medida de toque de queda nocturno, aplicada en las ciudades de Concepción y la vecina Talcahuano, ha tenido distintas reacciones en la población de la región del sur del país. Algunos la encuentran necesaria para restaurar cierto orden y otros, señalan que si es como el que se aplicó en tiempos del régimen militar, sería inadecuado.

A medida, que transcurren las horas, signos evidentes de desesperación en la población se hacen sentir. Las dificultades de energía eléctrica y agua potable impiden el funcionamiento minimo adecuado de hospitales y el comercio. Las dificultades en las carreteras y aeropuertos retresan en demasía la llegada de ayuda. La población, al contrastar su realidad apremiante y sus necesidades más inmediatas ha recurrido a violentar los supermercados para abastecerse de alimentos.
Entretanto, la población busca a muchos familiares de los cuales no ha tenido noticias desde el mismo momento del sismo. La cifra de víctimas, que ya alcanza a más de setecientas personas, puede aumentar. En las zonas del epicentro se encuentra trabajando una fuerza de tarea que estuvo trabajando tras el terremoto en Haití, especializada en el rescate de sobrevivientes en desastres urbanos.

A 708 se elevan las víctimas por terremoto en Chile

Las cifra de víctimas como resultado del terremoto en Chile asciende a 708. Las autoridades han adoptado nuevas medidas para superar la emergencia.
Se ha decretado estado de catástrofe en dos regiones del país. El ministro de Defensa, Francisco Vidal, reconoció un error en la apreciación de una repartición de la Armada, que no alertó sobre el tsunami que se desató en el borde costero de algunas zonas del país. Las primeras medidas que tuvo que adoptar la autoridad, minutos después del terremoto, se basó en la proyección de la Armada que no alertó sobre la posibilidad de maremoto.
A partir de ahora, las Fuerzas Armadas, se coordinarán más estrecha con las autoridades y ellas serán las responsables del orden público.
En algunas cárceles del país se vive una situación de "rebelión", según palabras del ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma. A lo que hay que agregar la fuga de más de doscientos detenidos ocurridos minutos después del sismo, al desplomarse murallones que cercaban una cárcel.
La Presidenta, Michelle Bachelet volvió a dirigirse al país, al anunciar las nuevas medidas, reconociendo que se vive una catástrofe dramática.
Por su parte, el ministro de Hacienda, señaló que no hay restricciones presupuestarias en estos casos.
Entre las medidas adoptadas, destacan la distribución gratuita de alimentos en algunos supermercados y la instalación de hospitales de campaña.
La cifra de 708 muertos acrecienta la tragedia, considerando que aún existe un número indeterminado de desaparecidos.

Una tragedia

El balance del sismo es una tragedia. centenares de muertos, miles de heridos, desaparecidos, destrucción. Un drama que se prolongará en el tiempo.
Miles de personas se refugian a la intemperie y esperan que los servicios eléctricos y de agua potable se restablezcan.
La evaluación final demorará un tiempo. Se impone una reconstrucción de viviendas, infraestructura vial, hospitales y escuelas. Habrá urgencias y prioridades.
Han transcurrido poco más de 30 horas de la catástrofe que sorprendió a un país que tiene un largo historial de fenómenos naturales similares. La naturaleza tiene sus propios tiempos.
En las últimas horas, la población busca con desesperación abastecerse de agua y alimentos. En las zonas mayormente afectas, principalmente en la ciudad de Concepción, al sur del país se han producido algunos saqueos a supermercados.
Progresivamente retorna la calma, pero las imagenes del desastre alientan las angustias y preocupaciones colectivas.
La población hace sus propias evaluaciones y exigencias. Muchos esperan la solidaridad y las ayudas del Estado. Otros esperan que el mismo Estado, una vez superada la emergencia humanitaria, destine los recursos necesarios para la reconstrucción y con ello abrir nuevas fuentes de trabajo. Todos miran hacia el sector privado y las grandes empresas en espera de alguna reacción positiva y satisfactoria.

Terremoto en Chile

El terremoto en Chile, cambió abruptamente la rutina veraniega del país. Una rutina que se debatía entre el espectáculo y banalidad de un Festival de la Canción en la ciudad costera de Viña del Mar y los debates en torno al traspaso del gobierno a la triunfadora alianza de derecha encabezada por Sebastián Piñera.

Las consecuencias de la catástrofe natural se hacen sentir: una cifra de victimas que bordearán las trescientas personas, y que pueden aumentar por la existencia de centenares de desaparecidos; miles de heridos; quinientas mil viviendas con severos daños al igual que muchos hospitales; carreteras destruidas; postergación del inicio del año escolar; temor y angustia extendida en la población.

La magnitud del sismo -que dejó sin energía eléctrica a gran parte del país y serias interrupciones del servicio de agua potable- trajo consigo enormes marejadas que arrasaron parte del territorio costero, con secuelas que aun están por determinarse. Los servicios de buses interurbanos se encuentran suspendidos, y la población busca abastecerse de alimentos básicos, ante la seguidilla de réplicas y temblores menores que aumentan la incertidumbre.

Las autoridades encabezadas por la presidenta, Michelle Bachelet se han desplazado a través de las principales zonas afectadas con la finalidad de evaluar las pérdidas humanas y los daños materiales.

Ha sido el terremoto de mayor magnitud en los últimos cincuenta años y sus secuelas acrecentarán las consecuencias sociales de una prolongada crisis económica que mantiene desempleados a casi 640 mil desempleados y enormes cifras de chilenos con trabajo precario e inestable. Agravada la situación, ante las perspectivas y medidas que anticipa la alianza gobernante, que asumirá en un par de semanas, en cuanto a incorporar una mayor flexibilidad laboral y a impulsar un drástico control del gasto público.

Todo un drama.