lunes, 26 de enero de 2009

Evo: se ha refundado una nueva Bolivia


El presidente de Bolivia, Evo Morales anunció desde el Palacio de Gobierno que hoy “se refunda una nueva Bolivia con igualdad de oportunidades para todos los bolivianos, para todas las bolivianas”. Sus declaraciones las formuló tras los primeros resultados que dan como triunfadora a la opción ratificatoria de la Nueva Constitución con más del 60 por ciento.

De igual manera aseguró que con la aprobación del nuevo texto constitucional terminó el estado colonial y el neoliberalismo en Bolivia. De igual manera aseguró que se acabó el “latifundismo”.

Morales también aseveró que desde su inició como primera autoridad de Gobierno avanza de “triunfo en triunfo”. El Presidente mencionó que el esfuerzo de todos los movimientos sociales del país, no ha sido en vano. Sin embargo, hizo especial hincapié en el esfuerzo del movimiento indígena, "el sector más excluido, marginado y humillado durante la República, que ahora es reconocido como pueblo que tiene el mismo derecho que cualquier otro ciudadano", señaló.

“Ahora tenemos —afirmó Morales— la gran obligación, como Gobierno y como autoridades legalmente electas, constituidas, aplicar-implementar la Nueva constitución Política del estado Boliviano”.

Morales hizo un recuento de los pasos que ha logrado su Gobierno, desde el 2005 cuando ganó las elecciones, además sostiene las transformaciones que se han dado en Bolivia como es el caso de las desigualdades.

"Del 2005 al 2009 vamos de triunfo en triunfo, los neoliberales, los vende patrias permanentemente han sido derrotados gracias a la conciencia del pueblo boliviano", ratificó.

Asimismo, precisó que en Bolivia, luego del triunfo de la nueva Constitución del Estado Boliviano "se acabó el latifundismo y los terratenientes", a través de la creación de una conciencia boliviana.

"Quiero que sepan que aquí se terminó el estado colonial, se acabó el colonialismo interno y externo", reiteró, al tiempo que agregó que se termina el neoliberalismo en Bolivia, "se acabó la forma de subastar los recursos naturales".

De igual manera, reiteró que los servicios básicos como el agua o la energía, que son derecho humano, serán de servicio público y no privado.

"Aquí empieza la nueva Bolivia, un estado con Nación, aquí empieza la libertad de para llegar a la igualdad de los bolivianos y la dignificación" en base a la nueva Carta Magna, explicó Morales.

Claro que todo indica que el proceso de cambios continuará enfrentando la resistencia oligarquica y conservadora, que no admite la pérdida de poder y que en este referendum recurrió a las mentiras y las amenazas como eje de su campaña.

RFC

martes, 20 de enero de 2009

La última mentira de Bush


En el 1600 de la Avenida Pensilvania, George W. Bush concluye su oprobioso gobierno de dos periodos dejando al país sumido en una profunda crisis social, política, militar y económica.

Diciendo combatir el terrorismo y arrogándose derechos preventivos globales, el Régimen Bush aterrorizó a su propio pueblo, destruyó la confianza, disminuyó la clase media, aumentó la pobreza y el suicidio, arremetió contra los demás poderes, denigró la Constitución, desfalcó las arcas fiscales, acabó con el sistema financiero – como lo conocíamos - debilitó sus fuerzas armadas y sentenció a muerte a miles, quizás millones de personas alrededor del planeta.

Con amenazas, descalificaciones y ataques personales a sus críticos, el Régimen Bush condujo un gobierno basado en la desinformación, verdades a media y mentiras puras. En Noviembre del 2007, mientras le buscaba un reemplazante a Rumsfeld, Bush continuaba insistiendo en que el Ministro de Defensa se quedaría en su puesto hasta el final de su presidencia. Días más tarde, después de anunciar la partida de Rumsfeld, Bush reconocía haber mentido. Riendo, Bush lo admitió: “La única forma de pasar a otra pregunta fue decirles esa (mentira) respuesta,” dijo.

Llegó al gobierno anunciado ser un unificador, un conservador compasionado. Pero demostró con hechos reales ser todo lo contrario. Mientras rebajaba los impuestos a los ricos, la inoperancia y negligencia de un gobierno corrupto dejó un déficit fiscal de casi 700 billones de dólares (Al salir, Clinton dejo un saldo fiscal positivo de 100 billones.)

La dictadura del Ejecutivo

Aprovechándose de debilidades en la ley, Bush arremetió en contra del proceso legislativo al anexar declaraciones firmadas al final de los textos legislativos aprobadas por el Parlamento y que no fueron de su agrado. Son comentarios y agregados extras en donde el Presidente deja constancia de su oposición y su intento de ignorar dicha ley. Según el periódico Boston Globe, Bush “a reclamado su autoridad para sortear mas de 750 estatutos, que son preceptos incluidos en por lo menos 150 leyes o legislaciones.” (B.G. 04-05-06).

Utilizando y abusando de los “privilegios del Ejecutivo,” y neutralizando la autoridad del Congreso, Bush estableció un sistema presidencial dictatorial nunca antes visto. El establecimiento de la Presidencia, del Ejecutivo, como poder absoluto no solo ha subvertido la Constitución, también ha demostrado la fragilidad del sistema político de tres poderes – de vigilancia y de balances - establecido por los padres de la patria en 1789.

Los historiadores podrán recordar estos ocho años como la Era Bush, pero sería injusto acreditarle a George todas las acciones y consecuencias de su régimen.

El Presidente, tejano un tanto ingenuo, falto de carácter, inculto y hasta ordinario, que siempre ocultó sus notas universitarias para evitar la vergüenza de ser pésimo estudiante, fue a su vez gobernado por su cartel de Texas - un círculo impenetrable de leales amigos millonarios - por Karl Rove, su cerebro, y Dick Cheney y su secreta vise presidencia.

Hasta los últimos meses de su presidencia Bush trató de evitar aparecer en actividades sociales privadas con Cheney. Cuando los dos aparecían juntos la gente, naturalmente, cortejaba y reverenciaba a Cheney como el personaje más poderoso del Ejecutivo.

Y fue el propio Cheney quien abrió las puertas a un grupo más poderoso que el Judicial, el Legislativo y el mismo Ejecutivo. Cuando estableció la comisión secreta para determinar las políticas energéticas, las gigantes corporaciones se establecieron como un omnipotente Cuarto Poder, con entrada directa a la oficina de Cheney.

Al elegir al Presidente en el 2000, el Poder Judicial, la Corte Suprema (por un voto de 5 a 4), le despojo estos poderes del Parlamento. El Congreso ha quedado debilitado. Como nunca antes sus poderes han sucumbido al poder presidencial. El Congreso ya no declara guerras. Solo se necesita una orden presidencial o una resolución parlamentaria (no una declaración de guerra formal) para una misión militar y eso es suficiente para invadir países.

Con el Acta Patriótica del 2001 el Régimen se apropió de los deberes del poder Judicial, impuso el espionaje a los ciudadanos dándoles de pasada inmunidad a las grandes compañías de la comunicación que colaboran con el espionajes, como Verizon y AT&T entre otras.

La designación “combatiente enemigo” es suficiente para secuestrar y encarcelar a cualquiera, en Guantánamo o en las llamadas cárceles negras mantenidas por la CIA alrededor del mundo. Una vez mas el Ejecutivo – sin la intervención del Congreso - se arroga poderes para despojar a cualquiera de los derechos individuales tan básicos como el habeas corpus, el abogado, y el término inocente hasta que se pruebe culpabilidad. El Régimen canceló los acuerdos de la Convención de Ginebra para torturar y apremiar físicamente a sus prisioneros.

El estrepitoso final estremece a la tierra entera

Al país le costará generaciones enteras recuperar la seguridad, la confianza hacia su sistema económico y la autoridad moral, nacional e internacionalmente malograda por la Era de Bush. El Régimen Bush concluye con un estrepitoso final que estremece a la tierra entera. El legado republicano del libre albedrío esta socavando la médula misma del sistema capitalista estadounidense. El embate que casi acabó con Wall Street erosionó la confianza puesta en el llamado sueño americano y amenaza con el mismo fin del imperio.

Bajo el Régimen Bush la corrupción y libertinaje de las grandes corporaciones y compañías financieras alcanzó su máxima expresión asestando un duro golpe al sistema financiero nacional e internacional.

En septiembre del 2001, terroristas internacionales derribaron dos edificios, imponentes símbolos del capitalismo, 7 años más tarde, también en septiembre, especuladores terroristas nacionales acabaron con el capitalismo financiero como lo conocíamos.

Las grandes corporaciones y hasta el mercado de valores reinaron sin supervisión alguna. Un desembocado capitalismo premió a los ricos con suculentos descuentos impositivos e hizo vista gorda a los delitos, fraudes, errores y excesos de las corporaciones. El mismo capitalismo que suspende la ayuda social a madres solteras pobres pero que pone en dinero el equivalente a la mitad del presupuesto nacional para salvar a las grandes corporaciones.

Del sueño americano a la pesadilla de la incertidumbre.

Amparados en un Presidente que hizo sus primeros millones especulando con el precio del crudo (con el dinero de su papa, claro está), la descontrolada industria del petróleo acusó billones en ganancias, mientras los especuladores mantuvieron secuestrado el valor de la gasolina, aumentando los precios de los alimentos y de todos los artículos de primera necesidad.

El sistema democrático que Bush enarbolaba después de cada invasión, se ha convertido en un sistema oligárquico que llevó al país a la recesión y la incertidumbre ciudadana. Hoy, como nunca antes, los ciudadanos del sueño americano se enfrentan a la pesadilla de la inseguridad, del miedo y la incertidumbre.

Abarrotada en deudas, la clase media se encuentra a merced de un insaciable mercado y paga las consecuencias de un Régimen que privatiza asuntos que son del interés público, de un Régimen de beneficencia corporativa, que está en contra del control estatal pero que no escatima esfuerzos por socorrer a las grandes corporaciones, nacionalizando Wall Street con astronómicas sumas de dineros públicos.

El símbolo más importante del sueño americano y el sustento de la economía familiar - la casa propia - fue agraviado por un mercado especulativo y una industria inmobiliaria delirante de ganancias a toda costa, a cualquier consecuencia. El debacle inmobiliario que convirtió el sueño en pesadilla, continúa - con coletazos globales - desposeyendo a millones de sus casas.

Difícil tarea recobrar la confianza del concierto de naciones

La estrategia de seguridad nacional ideada por los neoconservadores (neocons) que llegaron a Washington con Bush, fue la guía ideológica que este siguió para el establecimiento de la superpotencia militar global. Cuando Bush la firmó en el 2002, esta estrategia se convirtió en política gubernamental, en la amenaza oficial al resto del mundo. Los EEUU se atribuyeron el derecho del ataque preventivo a cualquier nación.

Mucho antes de los ataques del once de septiembre de 2001, los neocons - la expresión ultra-derechista que asumió el control de la política exterior de Bush – ya habían previsto la necesidad de un nuevo Pearl Harbor para justificar un ataque (posiblemente Irak) que justificara la nueva posición de los EE.UU. en la dominación y control global. Los planes para invadir Irak fueron trazados bajo la presidencia de Bush padre.

En cinco años de ocupación, el Régimen Bush deja Irak con un sistema de gobierno incoherente, una sociedad dividida y diezmada por la violencia en donde emigrar es la única alternativa. Irak sufre un imparable éxodo que sobrepasa el diez por ciento de su población.

La democracia estadounidense, impuesta a la fuerza por el Régimen Bush, convirtió a Irak en un antro de corrupción. Las fuerzas militares privadas, los mercenarios, se las jugaron para ganar a cualquier precio los millonarios contratos del régimen.

De acuerdo a las estadísticas de la organización Transparencia Internacional, después de Somalia, Irak es uno de los países mas corrompidos del planeta, en donde los ministros se niegan a hacer públicos sus ingresos anuales y más de treinta funcionarios que investigan casos de corrupción han sido asesinados.

Al igual como espiaron las oficinas del gobierno de Irak, el Régimen Bush instaló aparatos electrónicos de espionajes en las oficinas de las delegaciones de países miembros de las Naciones Unidas. El desprestigiado proceso que llevó a la invasión a Irak le costó al país no solo la perdida de miles de vidas, sino también la pérdida de credibilidad, el aislamiento, el ostracismo del resto del mundo. Difícil tarea le tocará al próximo presidente para recobrar la confianza del concierto de naciones.

La última mentira del Régimen Bush

Bush está dejando la presidencia tal como la comenzó; encerrado en la misma burbuja en la que vivió aislado por los últimos ocho años.

Durantes estos últimos días, muy cerca del esperado final, los últimos tres sobrevivientes y tercos defensores del régimen, Dick Cheney, Condoleezza Rice y el propio Bush, se lanzaron en una ofensiva publicitaria para tratar de cambiar la imagen que el régimen ya tiene en la historia.

Los “tres amigos” destacaron los logros del Régimen en la guerra contra el terrorismo. Gracias al Régimen Bush el país y el mundo están mas seguros de la amenaza terrorista, dijeron.

El periodista investigador Eric Brewer le pregunta al secretario de prensa subrogante Scout Stanzel: el gobierno “se ha estado jactando sobre el éxito de la guerra en contra del terrorismo del Presidente, pero los datos de RAND Corporation, muestran que los índices del terrorismo global, medidos por el número de personas muertas por año, ha aumentado cinco veces durante la presidencia de Bush. Y según las estadísticas sobre terrorismo del mismo gobierno, 2007, con mas de 22 mil personas muertas alrededor del mundo, fue el peor año. ¿Considera el Presidente esos números un éxito? No fue necesario poner el subterfugio respondido por el funcionario. (www.rawstory.com. 10/01/09)

En entrevistas exclusivas con timoratos reporteros de televisión estos funcionaron trataron a toda costa de ubicarse en los primeros asientos del teatro de la historia. A última hora trataron inútilmente de cambiarle el tono a la historia y de encontrarle algún lugar “honroso” al Régimen.

Difícil tarea. Incluso con mentiras. Así es, se siguió mintiendo hasta el final. Al referirse a los últimos prisioneros de Guantánamo estos funcionarios aseguraron que los que quedan son los mas malos “lo peor de lo peor,” o como dijo Cheney en una entrevista radial el pasado martes: “…ahora lo que queda, esos son los incondicionales,” (New York Times. NYT. 18/01/09).

La última gran mentira del régimen fue desenmascarada el sábado pasado cuando silenciosamente el ciudadano de Afganistán Haji Bismullah, comprobado hombre totalmente inocente, fue enviado a su país en libertad después de seis años de cárcel y torturas.

De apoco se esta comprobando el hecho de que gran parte de los detenidos en Guantánamo son hombre inocentes encarcelados por una política de venganza a toda costa, de resultados inmediatos, del Régimen. Hasta la fecha, 24 casos de detenidos (el 10% de los 245 prisioneros) han sido expuestos como detenciones indebidas.

En su libro acusatorio de Bush y su presidencia, el fiscal y autor Vincent Bugliosi concluye: “…durante todo este mar de sangre y los alaridos y llantos que se escuchan desde ese pedazo de infierno creado por él en la tierra - increíblemente durante todo este tiempo - el se ríe, hace bromas, y disfruta cada día de su presidencia. Nos ha dicho voy a tener ‘un día perfecto. Laura y yo hemos tenido un año fabuloso, y la estamos pasando como nunca antes en nuestras vidas.’ … además de su trascendental criminalidad, Bush nos ha dado la foto perfecta de la repugnancia extrema, de un osado y vulgar grosero…” Vincent Bugliosi. El Juicio Contra George W. Bush por Asesinato / The Prosecution of George W. Bush for Murder. Vanguard Press (Mayo 26, 2008)

Por Fernando A. Torres, desde EE.UU. enero 19, 2009

Proclamación de Arrate remece al PS


El socialista de izquierda Jorge Arrate proclamó este domingo su candidatura presidencial en los comicios de diciembre 2009, en la sala de teatro La Comedia repleta por unos 400 militantes críticos y disidentes del partido Socialista, acompañados por un amplio espectro de simpatizantes de las ideas progresistas que sustentara el presidente Salvador Allende. Previamente, Arrate renunció el 14 de enero a su militancia de 46 años en el partido que en 1933 fundaran Allende, Eugenio Matte y Marmaduque Grove, entre otros.

La proclamación ocurrió un día después que la cúpula oficialista del partido formalizara su apoyo al senador demócrata cristiano Eduardo Frei en la disputa presidencial interna de la Concertación de Partidos por la Democracia, que gobierna Chile desde 1990. Frei, quien fuera presidente en 1994-2000, todavía debe disuadir las aspiraciones del también senador Antonio Gómez, jefe del partido Radical Socialdemócrata. Si eso no ocurre, una elecciones primarias zanjarían la cuestión.

Evocación de Allende

Arrate se propone rescatar el legado de Salvador Allende. Su proclamación estuvo signada por la evocación del líder popular en retratos e imágenes de video. “Allende nos convocó a abrir las alamedas, hoy cerradas por un sistema político excluyente, un modelo económico injusto y una clase dirigente que no escucha al pueblo”, reza un panfleto que se distribuyó al público.

También reaparecieron las olvidadas banderas rojas que usaba antaño el partido del presidente inmolado. Arrate, economista y abogado que fuera dos veces ministro y también embajador de los gobiernos de la Concertación, renunció previamente a su militancia de casi medio siglo en el PS. “Decenas de miles de socialistas están marginados de toda actividad y en el hecho han suspendido su militancia; cada cual debe obrar según su propia conciencia, definiciones políticas y posibilidades”, comentó en su carta-renuncia al jefe del PS, el senador Camilo Escalona.

En una sala atestada de público, el acto rechazó la era de capitalismo salvaje, que ha sido promovido durante dos décadas por la Concertación, con enormes beneficioso para los grandes grupos económicos. La proclamación transcurrió en un clima emocional signado por la evocación política Salvador Allende. Los oradores manifestaron esperanzas de una pronta reconstrucción de la izquierda chilena, para sintonizar al país con los cambios políticos en América Latina, particularmente en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y, por supuesta Cuba, más otras naciones de la región.

La invitada especial Fabiola Letelier, abogada conocida por su constante defensa de los derechos humanos y su reclamo de justicia por el asesinato de su hermano Orlando Letelier, pidió la palabra para recordar a Jaime Robotham y Claudio Thauby, jóvenes socialistas desaparecidos por la dictadura de Augusto Pinochet en 1974, y reivindicó la urgencia de una asamblea constituyente que adopte democráticamente una nueva carta fundamental para abandonar la Constitución que todavía rige en Chile, aunque fue impuesta por Pinochet en 1980 y ha sido “legitimada” por sucesivas reformas cosméticas impulsadas por la Concertación en acuerdo con la derecha pinochetista que domina el Senado.

“El tiempo ido fue mejor”…

También asistieron Carlos Altamirano, secretario general del PS en los tiempos de Allende, los veteranos socialistas Alfonso Guerra, Andrés García, Lautaro Videla y muchos otros viejos cuadros del partido de Allende, el pintor José Balmes, de origen hispano y premio nacional de artes plásticas, el cinematografista Sergio Trabucco, el celista René Valenzuela (ex MIR), el cantante Jorge Coulón, los periodista Hugo Murialdo y Rubén Andino, Faride Zerán, también premio nacional de periodismo, entre muchos otros intelectuales, artistas, dirigentes sindicales, activistas y numerosa juventud integrada por hombres y mujeres.

También concurrió Víctor Pey, de 96 años, amigo personal de Allende y ex propietario del diario popular Clarín, quien arribó a Chile en el Winnipeg, el barco que trajo a los refugiados de la guerra civil española hace 70 años. Pey lleva sobre sus espaldas casi dos décadas de lucha tenaz contra los gobiernos de la Concertación para que el Estado Chile reconozca sus derechos y le devuelva su periódico y su infraestructura de edificios y máquinas confiscadas por la dictadura militar.

Parodiando al poeta hispano Jorge Manríque, hubo momentos en que la proclamación de Arrate sugirió que el “tiempo ido fue mejor”, y flotó en los espíritus una refundación del viejo tronco del partido Socialista que arribó al ocaso atrapado por el neoliberalismo socialdemócrata promovida por la “renovación” que impulsaron sus cúpulas durante más de 20 años. El candidato dijo que la actual Constitución impediría al gobierno de Chile intervenir directamente en la economía en crisis estatizando bancos y empresas, como lo están haciendo EEUU y los países europeos, porque lo prohíbe expresamente la carta fundamental, que relegó al Estado a un rol “subsidiario” definido por los intereses de los grandes grupos propietarios que sustentaron a la dictadura y continúan apoyando a la Concertación neoliberal.

El programa de Arrate

La postulación de Arrate se presenta como un resurgimiento de las ideas socialistas de Allende. El abanderado dijo que como presidente no propiciaría ningún salvavidas para las Administradoras de Fondos Previsionales (AFPs), que han perdido el 40% de los ahorros obligados de los trabajadores que aspiran a una jubilación, pero ha generado fabulosas ganancias para los propietarios del sistema privado de pensiones ideado por la dictadura e imitado en otros países de la región. El ex ministro de Trabajo y Educación explicó que impulsaría un sistema de seguridad social basado en la solidaridad, bajo la responsabilidad del Estado, similar al que existió en tiempos de Allende. Descartó una eventual AFP financiada con fondos públicos pero sometida a la competencia desleal de los fondos privados de pensiones.

El socialista disidente explicó que las políticas de Allende constituyeron los únicos cambios reales intentados en Chile en más de 400 años de historia. En oposición a los actuales sueldos mínimos de 159 mil pesos o unos 230 dólares, sugirió un “salario ético” de 250 mil pesos, de aproximadamente 400 dólares. Agregó que la Concertación ha duplicado el producto interno bruto pero los beneficios del crecimiento sólo se han orientado a los más ricos.

En resumen, el candidato propone:
–Una nueva constitución democrática consagrada por el voto popular
–Terminar con la exclusión política y las desigualdades sociales
–Recuperar para los chilenos la riqueza del cobre
–Terminar con el lucro en la educación
–Efectiva protección al medio ambiente

Recordando que Allende le asignó tareas jurídicas relacionadas con la nacionalización del cobre, que después fue devuelto por la dictadura a las transnacionales, afirmó que restituiría el principal recurso natural chileno al patrimonio nacional. Protestó por la llegada inminente de la cadena transnacional de supermercados Wal Mart, aduciendo que maltrata a los trabajadores en todos los países en que opera, y reclamó por los subsidios del Estado chileno a la industria salmonera extranjera que explota esa riqueza. Al final del acto, los asistentes entonaron el viejo himno partidario inspirado en la Marsellesa, que exhorta a los socialistas a luchar “contra el presente vergonzante”.

Comentario final

Arrate, empero, no tiene posibilidades reales de resultar elegido, pero su postulación se propone reagrupar a las fuerzas dispersas de la izquierda y en particular a “los socialistas de verdad”, explicó al término de la proclamación el antiguo ex dirigente socialista Andrés García. Consultada Fabiola Letelier, explicó que no milita en el PS pero ve con simpatías cualquier intento por hacer resurgir una izquierda coherente con los tiempos y que sea capaz de impulsar cambios en el sistema político sustentado por la Constitución pinochetista que excluye del parlamento a las ideas progresistas.

En el panorama electoral presidencial todavía quedan algunos paños por cortar. El ex presidente Frei, que en su gobierno privatizó el agua potable, fortaleció a las compañías eléctricas chilenas y españolas, terminó con la minería del carbón y prestó auxilio jurídico y político a Pinochet en 1998 –cuando el ex dictador fue detenido en Londres–, todavía enfrenta el desafío del radical Antonio Gómez, quien aspira a medirse en eventuales primarias de la Concertación. Por otra parte, están anunciadas las candidaturas del comunista Guillermo Tellier y del senador ex socialista y reciente fundador del MAS Alejandro Navarro. La derecha exhibe por primera vez un solo candidato, el multimillonario Sebastián Piñera, del partido Renovación Nacional, propietario de la línea aérea LAN y de un canal de televisión, entre numerosas otras compañías. Piñera es la versión chilena del magnate Silvio Berlusconi, que gobierna a Italia por segunda vez.

Lo más probable es que la elección presidencial de diciembre sea una suerte de “gran primaria” para los sectores de izquierda, pero no está claro si en una segunda vuelta Piñera versus Frei, prevista para enero 2010, apoyarán de nuevo al “mal menor”, como ha venido ocurriendo en casi dos décadas de interminable “transición a la democracia” …regida por la Constitución heredada de la dictadura.

En las cuatro elecciones presidenciales anteriores Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet usaron el cambio de la constitución como mera bandera electoral, en particular el socialdemócrata Lagos. Ningún partido del establihsment, ni la clase que dirige la política chilena –prefabricada por la carta magna pinochetista–, han manifestado entusiasmo sincero por convocar al pueblo a dirimir democráticamente una nueva carta fundamental en “elecciones libres”, referéndum o plebiscito. La constitución actual es ilegítima. La asamblea constituyente es la única instancia capaz de restablecer el hilo constitucional que fue roto brutalmente por los militares en 1973. Quizás a Arrate le faltó una alusión a los grandes monopolios de la comunicación, que también forman parte de la estructura de poder que maneja este país, donde la “lucha de clases” está teóricamente “congelada” desde 1973 y sólo existen huelgas “clandestinas”, invisibles para la gran prensa que exhibe un apoyo unánime al neoliberalismo garantizado por la Constitución. El cambio de la carta fundamental se ha convertido en una suerte de bandera republicana, levantada incluso por sectores de derecha, aunque –desde luego– todavía minoritarios.

Por Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.

viernes, 16 de enero de 2009

No al terrorismo de estado

Primero bombardearon... luego invadieron. Asesinaron niños y mujeres, destruyeron viviendas, escuelas y hospitales, impiden la ayuda humanitaria y ahora, atacan la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa), un hospital de la Luna Roja local y un centro de prensa.

Ante la actitud criminal del gobierno israelí, la indignación no basta. Hay que denunciar las complicidades, las hipocresía y los silencios. Hoy más que nunca se requieren acciones que pongan fin a la masacre del ejército y gobierno israelíes y generen las condiciones de una paz duradera.

El terrorismo de estado, practicado por Israel, debe alarmar al mundo y a todos los gobiernos. Debe criticarse la abierta complicidad con Israel de parte de Estados Unidos; la pusilanimidad pragmática de muchos gobiernos; y los silencios cómplices de otros. Reprochable también es, la actitud de las grandes cadenas de prensa que mal informan de los acontecimientos y sus verdaderas causas.

Como afirma un editorial del diario mexicano La Jornada, “es urgente que sociedades y gobiernos del mundo manifiesten por todos los medios lícitos su repudio a los crímenes de guerra de Tel Aviv, cuya gravedad justifica incluso la adopción de medidas tales como la suspensión de relaciones diplomáticas y la congelación de los intercambios comerciales con Israel. De otro modo, se estará dando carta blanca al terrorismo como instrumento de gobierno y al exterminio como herramienta de relaciones exteriores”.

RFC