sábado, 14 de febrero de 2009

Chilevision: El control remoto de Piñera

“La ideología se escinde en la fotografía de la realidad en bruto y en la pura mentira de su significado, que no es formulada explícitamente, sino sugerida e inculcada. A fin de demostrar la divinidad de lo real no se hace más que repetir cínicamente lo real”
Max Horkheimer-Theodor Adorno. Dialéctica del Iluminismo, 1988


Como nunca, y digo “nunca” con firmeza de roca jurásica, que parte de los chilenos estamos tan expectantes de un viaje diplomático de nuestra mandataria. Más todavía, los que no nacíamos aún cuando Salvador Allende fue a visitar a Fidel en su tierra en 1972. 37 años después vuelve un Presidente de la República de Chile a pisar tierras de la prevaleciente Cuba.

La idea me traía una avidez cosquillosa por ver a Michelle Bachelet protagonizar el histórico suceso. Pensaba si el bloqueo se haría patente en la calidad de las imágenes que nos llegarían de la tierra de Martí. Con todo, me perdí la escena que acusó la primera huella, de la primera mujer presidenta de Chile en La Habana.

Sin embargo, el miércoles 11, a avanzadas horas me apresté atento a los informativos de medianoche. Empezó primero el de Chilevision. Tras saludar, la conductora inaugura con la primera noticia el nocturno informativo: El reporte dice relación con un incendió que consumió las dependencias de un local comercial en la calle Meiggs, en Estación Central

Sin despreciar los alcances del infortunado suceso, sigo a la espera de la noticia que concita mi interés. Ahora miro y escucho una tragedia sucedida en La Legua, donde murieron dos mellizos que fueron alcanzados por una descarga eléctrica. Una lavadora en mal estado y el patio humedecido por el agua de una piscina propiciaron el lamentable hecho.
Sigo esperando.

Las próximas noticias son: un adolescente que necesita un trasplante de médula y una recién nacida que fue abandonada por su madre.

A estas alturas, regresan difusamente a mi mente declaraciones de un orgulloso Sebastián Piñera, repitiendo que él no interferiría en la programación ni en el “corte editorial” de su reciente adquisición, Chilevisión

Como puede ser – me preguntaba- que un hecho que será rememorado en los futuros libros de historia, se jerarquice de manera tal que aún no aparece en los hechos relevantes del día de hoy. Me decía como periodista: el hecho es novedoso, cercano, poco común y estaba en eso cuando la presentadora anuncia el reporte de “cómo le gustan los besos a los chilenos”. Simplemente impresentable.

De vuelta de comerciales la sección deportes, otra sección, pero esta era de fotos de Madonna y su aparentemente nueva pareja, y, al fin… la visita de Bachelet en Cuba. Cierre del noticiero. ¡Que vergüenza! Y tú, Sebastián ¿ocuparías el mismo lugar en tu noticiero si tu vocación de servidor público llega a La Moneda”?

No convencido de lo que para mí, periodísticamente, es una garrafal falta, me propuse presenciar la cobertura que le daría la estación del abanderado RN, a la gira presidencial al día siguiente. Esta vez sería el noticiero central el analizado, recordando por cierto, que el orden del factor no altera el producto.

21 horas y tras escuchar las bondades de las marcas que auspician el informador, éste comienza.
Sin invertir mayores tecleos, diré las noticias cronológicamente aparecidas:
Estafas que sufren algunos usuarios por Internet. La repetición de los dos niños mellizos muertos electrocutados. El pago de patente que se avecina para los conductores de vehículos. Otro bebé que es abandonado, ahora en un hospital de San Fernando…
Van 15 minutos de noticiero y el turno es de la diaria sección “verano2009”: Playa Quintay es la agasajada en las imágenes

El distendido carácter del segmento estival lo rompe el siguiente reporte. Esté explica el enfrentamiento a balazos de un joven delincuente que se resistía a ser capturado por carabineros.
La noticia sucesiva habla de las diferencias de precios en uniformes escolares. Le siguen los pacientes del sector privado que no han sido notificados de ser portadores del SIDA.
El espacio a continuación lo ocupa un reportaje sobre los “niños artistas en Renca” Son clases de violín a pequeños de escasos recursos, iniciativa financiada por el municipio de la alcaldesa UDI, Vicki Barahona.( saque ud conclusiones)
Al alentador informe se le suma – o mejor dicho se le resta- la de habitantes de Rancagua que protestan por la mala calidad de sus viviendas. Los locatarios a modo de protesta duermen afuera de sus domicilios en carpas. Las imágenes son elocuentes. Comerciales.

Al regreso, el pronóstico del tiempo. A éste le sigue la noticia local del día: el recorte del la Tasa de Interés en 2,5 puntos que anunció el Banco Central. Le sucede una síntesis de hechos nacionales: choque, detención de un individuo por pornografía infantil y el alza de pasajes en el Transantiago. 21:55 hrs. y resta la última noticia que sirva de cortina de cierre; la estadía de Michel Bachelet en Cuba. Así sin más, la receta se repetía.

El relato y tipo de los hechos representa una ideología del medio, que esta bien, acepto. Lo sintomático es la coincidencia de esta ideología con la de su dueño, el presidenciable Sebastián Piñera. Nuevamente en el empresario el enmarañado problema de sus negocios y la función pública. Pero el negocio de la TV no es un simple negocio que rinda réditos económicos; es un negocio que forma y configura los ejes de pensamiento de las personas, es el negocio que permite dirigir como tropas poseídas el inconciente colectivo. Es la cultura de los realities y los programas de modas que criaturas de 10 años bailan y vitorean. Es esa programación que en algún momento Piñera digo mantener, y cumplió. Lo que no se contuvo de hacer -como cuando invirtió en Lan manejando información privilegiada- es de manipular el contenido informativo de los noticieros, que en todo caso era esperar, pero no tan desmesuradamente.

Seguramente por casos como este, en la obra de los autores que cito al comenzar el artículo se lee: “La cultura ha contribuido siempre a domar los instintos revolucionarios, así como a los bárbaros. La cultura industrializada hace algo más. Enseña e inculca la condición necesaria para tolerar la vida despiadada”
Una vez más confirmo que el Berlusconi chileno quiere instalar su “vocación de servidor público” en el palacio de gobierno de cualquier forma y a cualquier costo…

Eduardo Sepúlveda R

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