jueves, 12 de febrero de 2009

A 25 años de la muerte de Julio Cortázar


Julio Cortázar nació en Bruselas, Bélgica, el 26 de Agosto de 1914, de padres argentinos. Llegó a la Argentina a los cuatro años. Paso la infancia en Bánfield, se graduó como maestro de escuela e inició estudios en la Universidad de Buenos Aires, los que debió abandonar por razones económicas. Trabajó en varios pueblos del interior del país. Enseño en la Universidad de Cuyo y renunció a su cargo por desavenencias con el peronismo. En 1951 se alejó de Argentina y desde entonces trabajó como traductor independiente de la Unesco, en París, viajando constantemente dentro y fuera de Europa. En 1938 publicó, con el seudónimo Julio Denis, el librito de sonetos ("muy mallarmeanos", dijo después el mismo) Presencia. En 1949 aparece su obra dramática Los reyes. Apenas dos años después, en 1951, publica Bestiario: ya surge el Cortázar deslumbrante por su fantasía y su revelación de mundos nuevos que irán enriqueciéndose en su obra futura: los inolvidables tomos de relatos, los libros que desbordan toda categoría genérica (poemas-cuentos-ensayos a la vez), las grandes novelas: Los premios (1960), Rayuela (1963), 62/Modelo para armar (1968), Libro de Manuel (1973). El refinamiento literario de Julio Cortázar, sus lecturas casi inabarcables, su incesante fervor por la causa social, hacen de él una figura de deslumbrante riqueza, constituida por pasiones a veces encontradas, pero siempre asumidas con él mismo, genuino ardor. Julio Cortazar murió en París, Francia, el 12 de febrero de 1984 pero su paso por el mundo seguirá suscitando el fervor de quienes conocieron su vida y su obra.

Cortazar Social


Los derechos de autor de varias de sus obras fueron donados para ayudar a los presos políticos de varios países, entre ellos Argentina. En una carta a su amigo Francisco Porrúa de febrero de 1967, confesó: "el amor de Cuba por el Che me hizo sentir extrañamente argentino el 2 de enero, cuando el saludo de Fidel en la plaza de la Revolución al comandante Guevara, allí donde esté, desató en 300.000 hombres una ovación que duró diez minutos".
En noviembre de 1970 viajó a Chile, donde se solidarizó con el gobierno de Salvador Allende y pasó unos días para visitar a su madre y amigos, “y ahí el delirio fue una especie de pesadilla diurna” contó en una carta a Gregory Rabassa.
En 1971 fue "excomulgado" por Fidel Castro, junto a otros escritores, por pedir información sobre el arresto del poeta Heberto Padilla. A pesar de su desilusión con la actitud de Castro, siguió de cerca la situación política de latinoamérica. En 1973, fue galadornado con el Premio Médicis por su Libro de Manuel y destinó sus derechos a la ayuda de los presos políticos en Argentina. En 1974, fue miembro del Tribunal Bertrand Russell II reunido en Roma para examinar la situación política en América Latina, en particular las violaciones de los Derechos Humanos.


Su relación con Chile


De las dos veces que estuvo en Chile, la primera tiene hasta hoy un carácter de mítico. Fue para la asunción a la presidencia de Salvador Allende en 1970. "Enfrentó un verdadera maratón de entrevistas y discusiones con estudiantes, en donde irradió acaso su más notable cualidad: la frescura de un descubridor, un explorador de la palabra y los sentimientos, un tipo cabalmente inaugural, un hombre que no se deja trabar por su amplia y variada cultura y fama para ejercer el magisterio de la sencillez y la espontaneidad", recuerda Antonio Skármeta.
Eran días de gran agitación social, la Unidad Popular generaba expectativas de cambio y la juventud universitaria exudaba revolución y cambios. El propio Skármeta describió el inquieto recorrido de Cortázar en esas horas de ansiedad para la revista "Ercilla". En su edición número 1847, del 15 de diciembre de 1970, Cortázar aparecía en portada en una muy setentera foto en blanco y negro tomada por Hans Erhmann.
"Un poco todos quisieron acumular la presencia de Julio Cortázar en Chile", comienza su estupendo reportaje el escritor chileno. En cinco páginas y media, Skármeta -quien realizó su tesis universitaria sobre "Rayuela"- resume con frescura y profundidad el inolvidable periplo de quien a esa fecha era una enorme figura literaria mundial.
Una de esas paradas fue en el Departamento de Español del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile (hoy Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación). En medio de variados debates, Cortázar se refirió a la literatura y al compromiso social, al exilio, a su relación con Jorge Luis Borges y José María Arguedas, a los desafíos de América Latina y a las tareas de la educación literaria como escuela de libertad, entre muchos otros temas.


Fuentes:


-Diario la Nación (Chile) del 08 de febrero del 2009
-Revista literaria literatura.org

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