Fotografía gentileza de Ariel Marinkovic
Santiago, 07/05/2010.- La dramática situación que viven numerosos migrantes peruanos, ecuatorianos y de otras nacionalidades, especialmente luego del terremoto de febrero pasado, motivó al Comité de Refugiados Peruanos a realizar una marcha por el paseo Ahumada, la cual contó con el apoyo de organizaciones chilenas de derechos humanos. La manifestación fue detenida por un grueso contingente policial en el cruce con Agustinas, desde donde sólo se permitió el paso a la Moneda a tres de los dirigentes del Comité, estrechamente vigilados por la policía.
Ya en la sede de gobierno, los dirigentes del Comité solicitaron audiencia al presidente Piñera y entregaron un manifiesto, en el cual exigen facilidades para regularizar la situación de miles de extranjeros, quienes sobreviven a duras penas en trabajos informales, sin derecho a salud y previsión.
Raúl Paiba, dirigente de la organización de refugiados, aseguró que la ayuda prometida por el presidente Piñera hacia los migrantes damnificados por el terremoto no está llegando a estos, sino a los dueños de las viviendas donde estas personas habitaban, lo que ocurre especialmente en comunas gobernadas por alcaldes derechistas.
El drama de los migrantes ha motivado al Comité de Refugiados a solicitar a las Naciones Unidas el envío de un representante a objeto de verificar en terreno la situación y presionar a las autoridades chilenas a implementar soluciones. Partiendo por reformar la legislación migratoria donde se asuma que Chile es receptor de inmigrantes y se acojan los compromisos internacionales que ha suscrito el país en esta materia.
Raúl Paiba, junto con los demás dirigentes de los refugiados y migrantes, dirigiéndose a la Moneda, bajo estrecha vigilancia policial
Descendiente de palestinos discrimina a migrantes peruanos
La situación de miles de ciudadanos peruanos y de otras nacionalidades radicados en Chile se ha visto empeorada no solo por el reciente sismo que afectó al país, sino también por la actuación algunas autoridades locales, entre los que se destaca el alcalde derechista de Santiago Centro, Pablo Zalaquet, descendiente de migrantes palestinos.
Este personaje ha librado una sistemática "guerra", especialmente contra los peruanos, a quienes ha intentado expulsar de la Plaza de Armas de Santiago y recientemente efectuó una confusa maniobra con las ayudas a los damnificados, las que solo entregaba a migrantes con papeles de residencia y no a los ilegales, calificando a estos últimos de "aprovechadores" y de ser una "carga para el país”. Tales declaraciones fueron seriamente cuestionadas por autoridades peruanas y por los refugiados, obligando a Zalaquett a rectificarlas, negando que hubiese solicitado la deportación de los ilegales.
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