Tal era el grafiti interrogante que apareció en algunas murallas del centro de Santiago, vaya uno a saber con que intencionalidad.
No fue la única pintada, afiche o volante freak que apareció en estas elecciones. En otras calles fueron pegados pasquines llamando a no votar y a organizarse para … pagar las multas (!!) que se hace acreedor el ciudadano inscrito que no asiste a sufragar. Y en un sector de la comuna de Peñalolén fueron lanzados panfletos llamando a anular, firmados por una desconocida "Red Anti Electoral".
Lo exótico es que tales llamados se dirigen a un universo de votantes en su mayoría adultos y adultos mayores, los cuales van a votar en masa y no hacen mucho caso de llamados de esta naturaleza.
En los locales de votación todo marcha sin mucha novedad. Algunas mesas, muy pocas, y especialmente de varones, no se constituyeron temprano por la inasistencia de los vocales designados. En algunas se suscitaron las típicas discusiones cuando los oficiales del Registro Civil intentan obligar a alguno a asumir el cargo y el "afectado" se niega y debe ser arrestado.
Lo único que rompe la rutina, más bien por el interés de la prensa, es la votación de algún personaje connotado, el cual es cubierto a veces por verdaderos tumultos de noteros, gráficos y camarógrafos. El parlanchin MEO, luego de ir a votar en helicóptero al exclusivo balneario de Zapallar, aseguró que las elecciones son un "momento mágico" donde "todos somos iguales" y "valemos lo mismo", lo cual tiende a ser desmentido por la gran agitación que provocó su arribo en helicóptero o la conmoción causada por el sufragio del ricachón manirroto Leonardo Farkas, que no tiene pito que tocar en todo esto, pero igual llama la atención por la esperanza que se ponga a repartir billetes entre quienes le rodean.
En el Estadio Nacional, el local de votación más grande de Chile uno se da cuenta que lo único que rompe la rutina del proceso, es la atención que le brinda la prensa y especialmente la televisión, tratando de convertir en noticia una serie de informaciones aburridas y sin importancia: que si todo está en calma, que en el local tanto se constituyeron 100 mesas, que en la mesa X una persona se desmayó, que en la de al lado a un fulano lo tomaron preso por negarse a oficiar de vocal, que en la otra apareció un votante varón vestido de mujer, etc. etc.
En los cielos sobre el Estadio sobrevuela un helicóptero, probablemente de algún canal de TV, tomando vistas desde las alturas del coliseo y de la gente que pulula por abajo, lo cual no tiene ninguna importancia.
O sea una lata… lo bueno viene mas tarde, cuando comience el recuento de votos y se sepa la única información relevante del día: cuantos votos obtiene cada postulante, quienes son los dos candidatos presidenciales que pasan a la segunda vuelta y quienes los que ocuparan los cupos en el parlamento.
No fue la única pintada, afiche o volante freak que apareció en estas elecciones. En otras calles fueron pegados pasquines llamando a no votar y a organizarse para … pagar las multas (!!) que se hace acreedor el ciudadano inscrito que no asiste a sufragar. Y en un sector de la comuna de Peñalolén fueron lanzados panfletos llamando a anular, firmados por una desconocida "Red Anti Electoral".
Lo exótico es que tales llamados se dirigen a un universo de votantes en su mayoría adultos y adultos mayores, los cuales van a votar en masa y no hacen mucho caso de llamados de esta naturaleza.
En los locales de votación todo marcha sin mucha novedad. Algunas mesas, muy pocas, y especialmente de varones, no se constituyeron temprano por la inasistencia de los vocales designados. En algunas se suscitaron las típicas discusiones cuando los oficiales del Registro Civil intentan obligar a alguno a asumir el cargo y el "afectado" se niega y debe ser arrestado.
Lo único que rompe la rutina, más bien por el interés de la prensa, es la votación de algún personaje connotado, el cual es cubierto a veces por verdaderos tumultos de noteros, gráficos y camarógrafos. El parlanchin MEO, luego de ir a votar en helicóptero al exclusivo balneario de Zapallar, aseguró que las elecciones son un "momento mágico" donde "todos somos iguales" y "valemos lo mismo", lo cual tiende a ser desmentido por la gran agitación que provocó su arribo en helicóptero o la conmoción causada por el sufragio del ricachón manirroto Leonardo Farkas, que no tiene pito que tocar en todo esto, pero igual llama la atención por la esperanza que se ponga a repartir billetes entre quienes le rodean.
En el Estadio Nacional, el local de votación más grande de Chile uno se da cuenta que lo único que rompe la rutina del proceso, es la atención que le brinda la prensa y especialmente la televisión, tratando de convertir en noticia una serie de informaciones aburridas y sin importancia: que si todo está en calma, que en el local tanto se constituyeron 100 mesas, que en la mesa X una persona se desmayó, que en la de al lado a un fulano lo tomaron preso por negarse a oficiar de vocal, que en la otra apareció un votante varón vestido de mujer, etc. etc.
En los cielos sobre el Estadio sobrevuela un helicóptero, probablemente de algún canal de TV, tomando vistas desde las alturas del coliseo y de la gente que pulula por abajo, lo cual no tiene ninguna importancia.
O sea una lata… lo bueno viene mas tarde, cuando comience el recuento de votos y se sepa la única información relevante del día: cuantos votos obtiene cada postulante, quienes son los dos candidatos presidenciales que pasan a la segunda vuelta y quienes los que ocuparan los cupos en el parlamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario